EL BEATO DICE SÍ.

Hasta donde somos dependientes de nuestra asumida esclavitud basada en fidelidades infieles, en costumbres forzadas, en vicios (benditos vicios); y después de todo, que es lo que somos realmente?
Tal vez ilusoriamente lo que nos consideramos. Pero la cruda realidad nos ubica sin podernos escapar.
Una vez bajamos de la nube, nos encontramos con la maldita rutina ancestral como signo de identidad.
De que vamos?.
De Hermanos cofrades?.
En definitiva y a Dios gracias no engañamos a nadie y, simplemente, somos lo que nos hemos ocupado intensamente de merecer.
El último sábado de septiembre, para bien, a la Rosaleda y veremos donde comemos.
El Beato cofrade… Hasta que, como soberanos, digáis lo contrario.

(El escrito se publica con cierto recelo. Me llega a una antigua cuenta de correo practicamente en desuso y desde una dirección del remitente que descocía. De no corresponder la firma al texto ruego se me haga saber para eliminarlo)

ESPAÑA EN FIESTAS

Los sanfermines son la primera gran fiesta del verano como la feria de abril lo es de la primavera o los carnavales lo son del invierno. Por medio quedan fallas, Semana Santa, San Juan, y la infinidad de "semanas grandes" y de ferias que brotan en cada rincón de España.

Lo difícil es establecer cuándo empieza la temporada de fiestas y ferias. La Navidad enlaza con los carnavales. Marzo es para Valencia, abril es el mes de Sevilla y mayo el de Córdoba, Semana Santa varía, pero es primavera. Junio con San Juan da el pistoletazo del verano. Le sigue San Fermín y comienza la catarata de fiestas estivales: el Carmen, Santiago, San Roque, La Asunción, el Pilar. Y cada una multiplicada por mil pueblos. No hay pueblo sin fiesta como no hay camino sin posada. Y no hay pueblo sin pueblo vecino, y no hay pueblo vecino sin fiesta, y no hay fiesta en pueblo vecino que no sea digno de visita. Y no hay barrio, y no hay comunidad de vecinos y no hay oficina que no celebre una fiesta. Eso también es España.