21 jul 2008

EL BEATO DICE SÍ.

Hasta donde somos dependientes de nuestra asumida esclavitud basada en fidelidades infieles, en costumbres forzadas, en vicios (benditos vicios); y después de todo, que es lo que somos realmente?
Tal vez ilusoriamente lo que nos consideramos. Pero la cruda realidad nos ubica sin podernos escapar.
Una vez bajamos de la nube, nos encontramos con la maldita rutina ancestral como signo de identidad.
De que vamos?.
De Hermanos cofrades?.
En definitiva y a Dios gracias no engañamos a nadie y, simplemente, somos lo que nos hemos ocupado intensamente de merecer.
El último sábado de septiembre, para bien, a la Rosaleda y veremos donde comemos.
El Beato cofrade… Hasta que, como soberanos, digáis lo contrario.

(El escrito se publica con cierto recelo. Me llega a una antigua cuenta de correo practicamente en desuso y desde una dirección del remitente que descocía. De no corresponder la firma al texto ruego se me haga saber para eliminarlo)